La visita a Chapultepec y la cultura de la discriminación en
México
*ADVERTENCIA: El siguiente escrito esta largo, MUY largo, si
solo quieres leer sobre las cosas hermosas que pasaron durante la visita a
Chapultepec, espera mi siguiente entrada de blog, en esta entrada únicamente
trataré sobre el desaguisado que ocurrió antes de lograr entrar. Lo que estas a
punto de leer es únicamente mi experiencia personal, dos personas pueden vivir
un mismo hecho y tener dos puntos de vista completamente distintos sobre ello,
recomiendo leer varias versiones si es posible para que hagas tu propio
criterio y aun así, NADIE tiene la verdad absoluta. Lee pues bajo tu propio
riesgo.
El domingo 17 de mayo de 2015, un grupo de Lolitas y Dandys
visitamos el Castillo de Chapultepec, para ver la exposición “Hilos de Historia”,
la cual contiene piezas del siglo XVIII, XIX y XX.
Una de las organizadoras de la salida, días antes, ya había
acudido al lugar, y había hablado con el departamento de difusión cultural,
para avisar sobre la visita que haría el grupo, le dijeron que no habría
problema y le pidieron que enviara una carta, la cual ella envió y nunca obtuvo
respuesta.
Al lugar llegamos separadas en 3 grupos, uno primero pequeño
de unas 3 o 4, las cuales pasaron sin problemas, después otro más extenso de
unos 15, al cual detuvieron, y finalmente otro de alrededor de 15 también, en
el cual iba yo, y cuando vimos al 2º grupo en la entrada detenidos preguntamos,
¿qué ocurre?, la respuesta fue “No nos dejan pasar”.
Un hombre, aparentemente encargado del área de seguridad,
estaba hablando con uno de los Dandys del 2º grupo y al mismo tiempo estaba
llamando a alguien que probablemente se encontraba en el área administrativa
dentro del Museo. La organizadora le explicó de los trámites que ella ya había
realizado previamente, pero seguíamos ahí detenidos esperando las órdenes de
quienquiera que fuese con quien estuviese hablando. Finalmente nos dijo “Pueden
pasar pero no pueden tomar fotos”, y nuevamente comenzó un argumento sobre por
qué tendríamos prohibidos tomar fotos si a otras personas si les estaba
permitido. Yo, enfadada, en ese momento le pregunté que si esa restricción era
para todos, el tipo contestó ofuscado y bajito como para él “¿y tú qué?”. Ahí
yo decidí que no teníamos por qué perder tiempo con esas cosas ya que no estábamos
cometiendo ningún delito y no tenían por qué negarnos los mismos derechos que a
cualquier otro visitante y me metí, pero vi que el grupo seguía ahí detenido
hablando, así que me regresé hasta que finalmente ya todo el mundo pudo pasar.
Mientras íbamos subiendo, en las taquillas que se encuentran
antes de la entrada, una mujer con un micrófono estaba dando indicaciones
básicas, de repente, esta persona dice en el altavoz: "No se pueden tomar
fotos las personas con 'indumentaria especial'".
Ahí algo explotó dentro de mí, porque una cosa fue en la
entrada que nos indicaran las restricciones, que deben de ser para todos por
igual, y otra cosa muy diferente era ser señalado en público para que todo el
mundo escuche y vea cómo somos estigmatizados.
Justo después de esto, otra persona nos detuvo antes de
entrar y nuevamente se hicieron todas las explicaciones previas, esta otra
persona fue mucho más amable y nos tardamos mucho menos, finalmente ingresamos.
Después de lo de la persona al micrófono, yo empecé a twittear
sobre los hechos que estaban pasando en ese momento con el hasthag #DiscriminoenChapultepec,
etiquetando a la Conapred, con la intención de que las autoridades conocieran
sobre el atropello a las Garantías Individuales que estaba ocurriendo, también
compartí en Facebook el asunto.
Ya de regreso a casa fui viendo los comentarios que había
generado y en verdad mi asombro fue creciendo cada vez más al ver a mucha gente
diciendo cosas como, “que exageradas”, “dejen de victimizarse”, “es normal”, “qué
esperaban”, “para qué van así”, etc.
En verdad me llené de dolor y desesperanza al ver todos esos
comentarios, y no por lo que ocurrió sino porque esos comentarios vienen de
gente joven, quienes en teoría deberían de ser los más interesados en crear una
sociedad incluyente y respetuosa. Empecé a llorar al ver cuánta gente está tan
acostumbrada a la humillación y los maltratos que les parece “normal”, cuánta
gente esta tan apática y tan convencida de qué nada cambia nunca que
simplemente tiran la toalla.
Ciertamente vivimos en un país donde 43 personas
aparentemente fueron desaparecidas por autoridades y a pesar de miles de
ciudadanos preguntando por ellos sigue sin haber certeza de qué ocurrió. Sin
embargo, eso no debe ser razón para justificar más vejaciones diciendo “¿qué
esperas?”, ¿qué espero? Pues espero lo mejor, porque esa es la manera en la que
me conduzco, porque vivo una vida honrada, trabajando y ayudando en todo lo que
puedo a mi prójimo, y si no me lo retribuyen no me molesta, sin embargo en este
caso no se trata de un “otro” privado, sino de una entidad pública, que sus
trabajadores ignoren que son servidores públicos y cuáles son sus derechos y
obligaciones no hace que a mí se me olvide. Su salario se paga con mis
impuestos, con lo que yo contribuyo cada día en mi trabajo, y por tanto deben
de tratarme con el respeto que exige la Constitución que nos rige como país.
Por ahí uno de los comentarios que vi decía algo así como
que “solo porque tú te sientas orgullosa de tu vestimenta no va a hacer que los
demás tengan que respetarlo”. Discúlpame pero perdóname pero en el caso de una
persona que da un servicio público SI ESTA OBLIGADO a respetarlo, porque lo
dice el art. 1º constitucional, el cual por lo visto muchísima gente no lo
conoce, por lo tanto se los comparto:
“QUEDA PROHIBIDA TODA DISCRIMINACION MOTIVADA POR ORIGEN
ETNICO O NACIONAL, EL GENERO, LA EDAD, LAS DISCAPACIDADES, LA CONDICION SOCIAL,
LAS CONDICIONES DE SALUD, LA RELIGION, LAS OPINIONES, LAS PREFERENCIAS
SEXUALES, EL ESTADO CIVIL O CUALQUIER OTRA QUE ATENTE CONTRA LA DIGNIDAD HUMANA
Y TENGA POR OBJETO ANULAR O MENOSCABAR LOS DERECHOS Y LIBERTADES DE LAS
PERSONAS.”
Cualquier persona tendrá todo el derecho del mundo de
burlarse y pensar lo que quiera en la privacidad de su mente y de su hogar,
pero en una Institución Pública tiene la obligación de respetar las leyes que
nos regulan.
Sobre el comentario de “ser víctima”, habiendo vivido abuso, como 7 de cada 10 mujeres mexicanas lo viven en algún punto de su vida, fui una persona con conflictos durante una buena parte de mi vida, no negaré que viví prácticamente
2 décadas en completa victimez, culpando a todos los demás de mis problemas
cada que me convenía, afortunadamente desde hace años comencé un viaje profundo
dentro de mi ser que me ha llevado a trabajar eso, y si hay algo que procuro
evitar en todo momento es precisamente “ser víctima”, vivo mi vida en total
responsabilidad de mis acciones, por tanto a esas personas que piensan que hacer
valer mis derechos como ciudadana de México es “ser víctima” les solicito que busquen
sobre Asertividad. Yo no culpo a quienes nos detuvieron, pienso que es producto
de su ignorancia y de su falta de cultura respecto a temas de discriminación,
por eso el llamado ha sido a que sean educados por las instancias
correspondientes, y precisamente asumo
la responsabilidad que me corresponde, que es educar en el conocimiento de
estos derechos, por algo estudié Derecho.
Otros decían “es qué eso deben tratarlo con las autoridades
correspondientes, no en las redes”. A “las autoridades correspondientes” ya se
les había notificado con tiempo sobre la visita, lo cual para empezar no
debería de ser, como pueden ver en el experimento que hizo Tamara de Anda,
quien se enteró de lo ocurrido a través de twitter, se le llamó al Museo y
ellos dijeron que no había ninguna restricción ni necesidad de enviar ninguna
carta por ser un grupo grande, pero si “vas vestido raro” ahí si te hacen que
hagas peticiones especiales.
Lo que muchos no entienden es que justificar esta agresión
es justificar las agresiones que se dan contra mujeres y hombres indígenas, “por
vestir raro”, las agresiones que se dan contra travestis, transgéneros y
transexuales “por vestir raro”, el acoso a mujeres en espacios públicos “por
vestir como putas”, etc.
Decir “es normal” es equivalente a decir “está bien”, y no
lo está, como lo dije en twitter: La “normalización” de la discriminación es la
forma de perpetuar el problema.
Los discriminados están tan acostumbrados a ser
discriminados y a vivir abusos que ya ni lo cuestionan.
Y perdóname pero discúlpame pero al decir “es normal, así es”,
TÚ estás viviendo como víctima, porque estas aceptando tácitamente cualquier
cosa que te hagan y por tanto te estás quitando el derecho a réplica.
Así que yo te invito a que abandones tu victimez y te
atrevas a vivir una vida en responsabilidad, una vida en la que la asertividad
sea tu guía, una vida en amor propio y dignidad, necesitamos de todos para lograr
un mundo de paz, de inclusión, de respeto y de amor, tu eres Gandhi, tu eres
Martin Luther King, tu eres Madre Teresa, tu eres Hidalgo, tu eres Morelos, tu
eres Aristóteles, tu eres Platón, cuando validamos cada día todo lo que en
generaciones hemos aprendido que funciona para coexistir mejor en sociedad,
somos ellos.